El control de nivel y de alimentación es la especialidad de los sensores de proximidad capacitivos. Da igual que se trate de materiales sólidos, como papel o madera, granulados o líquidos, los sensores detectan con fiabilidad el estado de los elementos tanto durante el proceso de producción como en el control final.
Los sensores de proximidad capacitivos de SICK están siempre cerca del punto de interés. Sus distancias de conmutación, de entre 1 y 25 mm, los hacen aptos para prácticamente todo tipo de condiciones de montaje y les proporcionan una gran flexibilidad que permite utilizarlos en un gran número de aplicaciones. Además, estos sensores tienen una resistencia notable a las interferencias. La suciedad, el polvo y la niebla del aire ambiental les afectan tan poco como las interferencias electromagnéticas